Eureka viene del griego (εὕρηκα) y significa “¡Os lo dije!”. No, es broma. Significa “¡lo encontré!”. De hecho, es el pretérito perfecto del verbo εὑρίσκειν de donde surge la palabra heurística.
Con el tiempo la heurística ha ido apareciendo por doquier. Como concepto, como idea, como argumento de venta. Tanto, que dudo que se sepa de lo que se habla. “Enfoque heurístico 360 grados”. Personalmente, al menos en el sector del Marketing y la Comunicación persuasvta, no he visto tantos esquemas, ni estrategias, ni métodos serios para llegar a encontrar soluciones. Muchas prisas, eso sí. Y mucha gente en copia de los emails para mantenerse al tanto, en el “loop”. Pero de enfoque científico, de heurística… poca cosa.
En cualquier caso, cuando se llegue a la solución final, las más de las veces lo que oirás es la falta de ruido. Como el concepto de “densitómetros emocionales” que nos explicaba el fallecido José Antonio Jauregui. Decía: “El placer es una tomadura de pelo de la naturaleza que tan pillina se nos revela. Crees gozar, lector, al saciar tu sed de sexo, de dinero o de agua, pero es tu cerebro que deja de molestarte y torturarte”. Un proceso de búsqueda de soluciones, al culminar se parece mucho a cerrar el grifo del dolor. Y se parece poco a una entrega de premios.
Así que entiendo que si alguien se pasa años buscando una solución, se lo curra, la encuentra y sale corriendo desnudo para gritarlo, quizá podamos entender que estaba hasta arriba de presión, propia o ajena y tengamos a bien levantar el veto a usar “os lo dije”. Y acercarle una toalla.
Que sí, que está mal decir uno mismo que se tiene razón, pero seamos sinceros:
- Te has hartado de escuchar que no tiene razón en boca de enterados, negacionistas y bordes, que lo único que saben es lo que tú les has dicho.
- Cuando por fin demuestras que tiene razón, parte de esa jauría sigue en sus trece, hablando de posibles consecuencias (“a ver si ahora…”), de conspiraciones (“nadie me dijo”), inspiraciones (“merecía la pena ver otras vías”) y verdades reveladas (“lo habré soñado”).
- La parte que entiende que tienes razón, no va a salir a dar el paso y decir “tenía razón este tipo”. No quieren alargar el parto. La conversación se cierra y quizá con un café o tres cervezas te lo reconozcan en persona y te valoren en privado. Ni reseña en linkedin.
- Tenía razón. Que parece una chorrada, pero en definitiva es de lo que se trata. Lo has encontrado. Has penado pero ahí está. Eureka. Os lo dije, ca******.
¡Y viva Arquímedes!